El Perro Labrador Retriever

      Carácter:     El Labrador es un excelente perro de compañía, cuya inteligencia y buena disposición hacen que su adiestramiento no sea dificultoso. Es muy afectuoso, tranquilo y carece de agresividad; y es por ello, que su relación con los niños, y ancianos, es excelente. Es un buen nadador, y debido a buen olfato es utilizado para la detección de drogas; también se lo usa en la búsqueda de personas, como por ejemplo, cuando se derrumba un edificio, y mucha gente queda bajo los escombros.

      No le gusta la soledad, necesita de los mimos y de la presencia de sus dueños, los cuales deberán estimularle adecuadamente con juegos y enseñanzas que le mantendrán bien despierto; de lo contrario, puede volverse apático o aburrido. Puede tornarse obeso si no se controla su dieta o no dispone de suficiente espacio para hacer ejercicio.

      Origen:     Esta raza tiene origen en las costas de Groenlandia; como así también en Canadá, más específicamente en la isla de Terranova, que en inglés es llamada Newfounland.

      En un principio, el Labrador fue utilizado por los pescadores, con el objetivo de recolectar y tirar de las redes pesqueras hasta la orilla.

      Fue llamado "Labrador" por primera vez, por el quinto Duque de Buccleuch, en 1839; y en el año 1870, este nombre ya era usual en Inglaterra. Años más tarde, en 1887, el Conde de Malmeabury hizo mención del perro de Lesser de Saint John, como "Labrador".

      Aspecto:     El Labrador es un perro de mediana estatura,

      Cuidados:     Debe ponerse especial atención en su dieta, complementándola con ejercicios, para que no tenga sobrepeso.

      Peso:     Entre 25 y 34 Kg.

      Altura:     Entre 54 y 57 cm.

      Otros nombres de la raza:     Labrador Cobrador, Labrador Perdiguero.